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De: El rock de la momia y otros versos diversos

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Autor: Antonio Orlando Rodríguez Ilustrador: Daniel Rabanal Editorial: Alfaguara (2006) Delicias de Ultratumba Una momia y un vampiro han abierto un restaurant donde se comen delicias difíciles de igualar. Como van muchos clientes, mejor reservas un turno; de lo contrario, es probable que debas esperar mucho. Menú 1 Gusanos asados Lascas de lengua de serpiente Sopa de soga de ahorcado Dulce de dientes malolientes Menú 2 Crema de sesos despachurrados Arroz con moquitos Babosas jugosas en su salsa Pudín de baba de viejito Platos a la carta Trenzas podridas fritas Suprema de orejas peludas Ensalada de uñas y huesos Helado de verruga Especialidad de la casa Paella al Estilo Camposanto* Ante un menú tan variado uno se queda dudoso; Pero, elijas lo que elijas, lo encontrarás muy sabroso. En Delicias de Ultratumba todo se come bien fresco, pues los ingredientes vienen directo del cementerio. *Este plato, para dos, es un poco demorado. Re...

Tres poemas de María Elena Walsh

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Una nena Había una nenita en Tacuarí que solamente hablaba con la i. ¡Qué papelón un día, delante de su tía, en lugar de “papá”, dijo “pipí”! Canción de la monja en bicicleta Se me ha sentado un ángel en el manubrio. Me acarician las alas del ángel rubio. Estaba muy cansado de volar siempre, por eso me ha pedido que lo pasee. La gente por la calle mira y se ríe de la monja contenta y el ángel triste. Hermano viento, ayuda nuestra carrera; queremos ir al cielo en bicicleta. Así es El cielo es de cielo, la nube es de tiza. La cara del sapo me da mucha risa. La luna es de queso y el sol es de sol. La cara del sapo me da mucha tos.

El woma azul del tío Pici

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“Cuando sale a pescar, tío Pici usa un woma azul muy alto. Su sombrero es tan alto que no parece un woma wayuú, porque los sombreros wayuú son de muchos colores y no tan altos. Pero a él no le importa que su woma se vea raro. Cuando sube a su lancha pesquera y se aleja del mar, lo único que se ve en la distancia es la mancha azul encima de su cabeza” Así comienza este libro que me gustaría presentarles hoy, aunque no ha sido publicado en Venezuela, es indispensable conocerlo. El woma azul del tío Pici (2008) es un libro del escritor venezolano Cósimo Mandrillo. Está publicado por la editorial Comunicarte (Córdoba- Argentina) en su colección infantil y fue el segundo premio del Cuarto Concurso de Cuentos Infantiles “Los niños del Mercosur”. Tío Pici tiene un woma wayuú muy alto. Tan alto que es lo único que se ve cuando sale a pescar en pleno Mar Caribe. Aunque el sol de La Guajira es implacable, tío Pici es un hombre muy fuerte que no necesita protegerse de él como los demás pescador...

Esther María Osses, pasión, poesía y vida.

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Por Luis Ángel Barreto Por estas tierras pasó como el viento, con su ímpetu, su frescor, una mujer ataviada con flores, comprometida con la vida y la poesía, con la libertad de los pueblos, con la felicidad. Hace unos años, específicamente en el año 1958, llegó a Maracaibo una panameña, con una sensibilidad tremenda, que escribía poemas, que amaba a los niños, que amaba la libertad y la dignidad de la gente, que amaba la enseñanza y, por tanto, creía en el futuro, sabía que el futuro se construye, se siembra. Esther María Osses nació en David, Provincia del Chiriquí, cuyos moradores indígenas llamaron Valle de la Luna, el 12 de octubre de 1914. Estudió en la Escuela Normal de Institutoras en Ciudad de Panamá, donde se graduó de Maestra de Enseñanza Primaria. Cursó estudios universitarios en su país natal, en Buenos Aires y Guatemala, lugares en los que residió. Su vida dio un vuelco cuando se convirtió en maestra rural, lo que terminó de alimentar su amor por la...

Amor cuando yo muera. Aquiles Nazoa

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Imagen tomada  de: https://laradiodelsur.com.ve/wp-content/uploads/2015/04/CDcpOQoWAAAQKjx.jpg Amor, cuando yo muera no te vistas de viuda, ni llores sacudiéndote como quien estornuda, ni sufras “pataletas” que al vecindario alarmen, ni para prevenirlas compres gotas del Carmen. No te sientas al lado de mi cajón mortuorio usando a tus cuñadas como reclinatorio; y cuando alguien, amada, se acerque a darte el pésame, no te le abras de brazos en actitud de ¡bésame! Hazte, amada, la sorda cuando algún güelefrito dictamine, observándome, que he quedado igualito. Y hazte la que no oye ni comprende ni mira cuando alguno comente que parece mentira. Amor, cuando yo muera no te vistas de viuda: Yo quiero ser un muerto como los de Neruda; y por lo tanto, amada, no te enlutes ni llores: ¡Eso es para los muertos estilo Julio Flórez! No se te ocurra, amada, formar la gran “llorona” cada vez que te anuncien que llegó una corona; pero tampoco vayas a salir de indiscreta a curiosear el ...