Podría no ser tan complicado. Intentémoslo.
Fotografía: Chema Madoz 1.- Cerremos los ojos. 2.- Tratemos de mirar hacia adentro, a veces puede ser duro, pero vamos a intentarlo. 3.- Imaginemos que no vivimos solos y que en el mundo pueden existir otros seres. 4.- Tratemos de imaginar que usted no es el único. 5.- Tratemos de imaginar que la gente que existe con la cual no tengo una relación podría tener derecho a vivir e incluso a pensar como quiera (recordemos que podría existir otro ser tan legítimo como yo). 6.- Tratemos de imaginar qué pasaría si yo, entendiendo que soy yo y nadie puede estar más claro que yo, actuara como si realmente siempre tuviera la razón. 7.- Tratemos de imaginar que otro yo se pueda ver afectado mínimamente por las decisiones que tomé. ¿Será justo para los demás que mi yo afecte al suyo? 8.- Tratemos de imaginar que insisto en la idea de que como soy yo, debo tener la razón y construyo a mi alrededor un castillo, una fortaleza "depurando", "eliminando...