Uno de las cosas que más disfruto
Una de las cosas que más disfruto son las actividades de intercambio. Creo que abundan los espacios en los que se asume la vida institucionalizada pero pocos son los lugares en los que podemos compartir nuestras cosas, llámense conocimientos, experiencias o simplemente objetos. He disfrutado mucho estas actividades y, aunque tengo mucho tiempo en este tipo de actividades,en la Biblioteca Pública del Estado Zulia ha sido un lugar ideal para esto. Aquí he podido hablar con docentes, bibliotecarios y bibliotecólogos, madres, padres, abuelos de Maracaibo y de otros lugares del Estado, sobre literatura, sobre crianza, sobre los niños y niñas y, finalmente, sobre la vida. Agradezco mucho estos encuentros y agradezco a todas las personas que participaron y que comparten sus experiencias de vida a los demás.
Esta es una reseña que hicieron en la página web de la Biblioteca sobre una de estas actividades.
Valorar la lectura es una actividad de amor con amor
Celebrando la semana del Libro Infantil y Juvenil, y como parte de las actividades de la “Niña María Calcaño” en la Sala Infantil “Amenodoro Urdaneta”, se desarrolló un taller de promoción a la lectura para mediadores: padres, docentes, bibliotecarios y promotores culturales con la “Charla sobre libros infantiles por edades”, en la mañana de este miércoles 8 de abril en la Biblioteca Pública del Zulia “María Calcaño”.
Incentivar a los niños y niñas a valorar la lectura es una de las actividades de amor, con amor. La lectura como obligación, como castigo, como medio educativo repetitivo, no es tema de interés para los más pequeños de la casa y es uno de los errores que se cometen a la hora de adentrar a sus hijos o estudiantes al mágico mundo del leer.
Hacer de la lectura un tiempo divertido mientras juegan con la voz o entonando canciones es una forma de contar historias cuando son niños y niñas pequeños; otra alternativa es ser modelos a imitar porque los infantes copian lo que ven, haciéndoles sentir que para su familia leer es gratificante, así como también buscar un tiempo y un lugar para leer con los más pequeños de la casa; fueron algunos de los consejos sugeridos por la facilitadora de esta charla Adriana Prieto, coordinadora de la Sala Infantil de La Casa de Saberes.
“Deben tomar en cuenta tanto padres, madres como docentes y bibliotecarios que hay una edad para cada tipo de lectura, por ejemplo, para los menores de 0 a 6 años los relatos deben tener personajes que susciten simpatía y afecto, que facilitan el juego con el lenguaje, que presenten situaciones cotidianas e ilustraciones; de 6 a 12 años es el momento de ampliarle al lector el abanico de géneros: con la fantasía y realismo, literatura experimental y tradicional, temas históricos y de actualidad; además se podrá iniciar con las historietas, que contribuyen con una nueva dimensión en la lectura combinada de imagen y texto”, afirmó Prieto.
Prieto también acotó que “los libros con musicalidad, poesía, libros sobre amor y temor son los que pueden utilizar para atrapar la atención de los jovencitos”, así mismo presentó varios autores con diferentes editoriales que son lectura recomendada e hizo mención de estos: “Versos tradicionales para cebollitas” de la escritora María Elena Walsh, “Cuentos en Versos para niños perversos” del escritor Roald Dahl y “Cuentos silenciosos” del escritor Antonio Orlando Rodríguez, entre otros.
Los docentes, padres y madres que asistieron intercambiaron la experiencia en sus hogares y centros de estudios, haciendo hincapié en la importancia de tener las estrategias adecuadas para empapar a los niños y niñas de la maravillosa experiencia de leer como parte central en sus vidas y como medio de aprendizaje, distracción y orientación en todo ámbito que desempeñen a cualquier edad.
Redacción: Maura Fereira
Fotos: Maura Fereira
Fecha: 09.04.15
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