Amamantar no es un "asunto", es un derecho.

     Escribo este breve texto sorprendida por las declaraciones que ha realizado el Teatro Baralt con respecto al tema de la lactancia materna.


        Desde hace un tiempo atrás he conocido a varias madres que les han pedido indirectamente (por medio de una grabación que se escucha antes de cada función) o directamente (por medio de los guardasalas) retirarse de la sala del teatro para amamantar a sus hijos.

       Les explican que por políticas del teatro no pueden amamantar allí y que deben dirigirse a una “sala de lactancia” que no existe. Las madres son dirigidas a la sala baja del teatro donde no hay iluminación ni sillas.

      Ahora aparece un comunicado (http://www.teatrobaralt.org.ve/comunicaciones/noticias/390-el-teatro-baralt-respeta-el-derecho-a-la-lactancia-materna) en el que ellos pretenden defenderse con unos argumentos que bien podrían ser utilizados en su contra.

     Entiendo que deseen defenderse pero no creo necesario mentir. Es mejor, más maduro y sensato asumir que han cometido errores (en diversas circunstancias además) y pidan disculpas, comprometiéndose a informarse y a modificar sus “políticas” internas.

     Argumentos como: “Como ícono de la ciudad que somos, fomentamos las buenas costumbres y el respeto a las normas que deben seguirse en cualquier institución cultural no sólo en nuestra localidad, sino en todo el país, normas que por lo general también recogen las impresiones de los grandes Teatros del mundo.” Me hace pensar: ¿Cuáles serán los grandes “Teatros del mundo”? ¿Será que en los “Grandes Teatros del Mundo” se impide que las madres amamanten a sus niños y niñas? Habría que preguntarse además ¿por qué los “pequeños teatros del mundo” son pequeños? ¿Estarán imitando cosas de las que no tienen ni la menor idea?

     También, señalan a las madres que hemos alzado nuestra voz en contra de estas prácticas y nos acusan de estar realizando “ataques de desprestigio” a la institución y al personal. Si consideran que los están atacando es porque aún no entienden cuál es el problema. Decir la verdad no es atacar ni desprestigiar y si, por el contrario, alguien se siente herido, atacado o desprestigiado cuando los demás dicen la verdad es porque algo está mal.

     Amamantar no es un “asunto” es un DERECHO y como tal se debe cumplir.

     Parece necesario recordar que amamantar lejos de ser una obscenidad es, fundamentalmente, un acto de sana y adecuada alimentación para todos los niños y niñas (establecido por toda la normativa nacional e internacional, eso sí lo podrían copiar de los “grandes” lugares del mundo) y para alimentarse no se necesita algo íntimo o privado, de hecho nuestra ciudad es el ejemplo mismo de que culturalmente nos gusta comer en la calle. Y a los niños y niñas también, ellos no son una especie rara.

     Debo decir que lo que más me sorprendió fue la siguiente declaración, que además es una cita textual de la Presidenta de la Fundación: “…hemos tenido quejas por la poca asepsia y falta de higiene en estas situaciones, donde se han deteriorado las alfombras y butacas del Teatro y también se interrumpe a otros espectadores con el llanto de los bebés, por ejemplo”
¿Amamantar es antihigiénico? ¿Amamantar daña las alfombras y butacas? ¿Amamantar hace que los bebés lloren? ¿La gente se ha quejado por alguna de estas cosas? Uff, esto es demasiado…







La Fundación Teatro Baralt, hace de conocimiento público que en ningún momento y bajo ninguna circunstancia, ha prohibido a las madres hacer uso del derecho de la Lactancia Materna en sus espacios.
Como ícono de la ciudad que somos, fomentamos las buenas costumbres y el respeto a las normas que deben seguirse en cualquier institución cultural no sólo en nuestra localidad, sino en todo el país, normas que por lo general también recogen las impresiones de los grandes Teatros del mundo.
Como institución cultural debemos siempre dar el ejemplo con nuestras palabras y acciones que promuevan una cultura de paz y una transformación del ser humano a través del hecho artístico, del espacio escénico y desde el conocimiento hacia lo social.
En tal sentido, rechazamos los continuos ataques de desprestigio donde se coloca a la institución y a su personal en entredicho, en relación a su postura de respeto a los derechos humanos que todos tenemos.
Nuestra gran preocupación siempre ha sido mantener y garantizar el orden durante la permanencia y disfrute del público en cualquier evento artístico, característica, que  nos distingue de otros lugares y que siempre ha sido nuestro sello de calidad.   Por ello, hemos considerado la difusión de normativas en nuestros espacios, por los canales regulares, donde en atención a la Lactancia Materna, la normativa reza textualmente lo siguiente: “El acceso a niños y niñas en edad de lactancia está permitido sólo para eventos infantiles, si usted debe amamantar o darle tetero a su bebé, le invitamos a solicitar la colaboración del personal Guardasala”. Está claro que no hay ninguna prohibición al respecto y decimos que sólo puede hacerse en eventos infantiles porque hay una Ordenanza Municipal establecida que cita textualmente lo siguiente: “Se prohíbe la entrada a niños, niñas y adolescentes, menores de catorce años a cualquier espectáculo que se celebre después de las ocho de la noche, a menos que asista acompañado de su representante legal. De igual manera, queda prohibido llevar niños o niñas menores de dos años a cualquier espectáculo público que se celebre en jurisdicción de este municipio, salvo que se trate de espectáculos para niños.” (Artículo 20 de la Ordenanza de Regulación e Impuestos de Espectáculos Públicos. Extraordinario No. 378. Capítulo II De las Prohibiciones y del Control de Espectáculos).
Por su parte, Lucrecia Arbeláez, Presidenta de la Fundación Teatro Baralt, asegura lo siguiente: “Nosotros en ningún momento nos hemos opuesto al asunto de amamantar. En las normativas que establecemos y decimos antes de cada espectáculo público, aclaramos que la persona puede amamantar en un sitio que está destinado para eso, porque consideramos que amamantar es un encuentro íntimo entre el niño y la madre, por lo que se necesita soledad y esparcimiento. Además, hemos tenido quejas por la poca asepsia y falta de higiene en estas situaciones, donde se han deteriorado las alfombras y butacas del Teatro y también se interrumpe a otros espectadores con el llanto de los bebés, por ejemplo. En ningún momento estamos negados a que las madres amamanten, siempre y cuando se haga en un sitio que está destinado para eso dentro del Teatro; porque así como las madres tienen sus derechos, los demás también los tienen”.
Finalmente hacemos un llamado para que las personas se acerquen al Teatro Baralt y expongan sus inquietudes, dudas o molestias en cuanto a cualquier tema, siempre estamos prestos a atenderle porque somos una institución de servicio público dedicada a la comunidad sin distinciones de ningún tipo. Con la ayuda de todos podemos conservar nuestro patrimonio histórico y construir la cultura de esta gran ciudad y el país que todos deseamos.

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